Durante la Eucaristía cantó el Ave María
María José partió en medio de mucho cariño, gratitud y alegría
• Después de un emotivo día, partió hacia Buenos Aires a las 5 p.m.
Después de que el sacerdote se lo solicitara, y con la humildad que la ha caracterizado, María José interpretó el Ave María. |
Su estadía en casa se acababa y por eso aprovechó para encomendarse a Dios, antes de enrumbarse a la que será quizás la etapa más importante de su vida: la final del concurso internacional Latin American Idol.
Como primer actividad pública, a eso de las 11 a.m., María José y sus padres Eugenia Gutiérrez y José Luis Castillo ingresaron a la abarrotada iglesia de Barva de Heredia. Sus hermanos y el resto de su familia escuchaban la primer lectura de la eucaristía, cuando de pronto todo se paralizó y la gente comenzó a levantarse de sus asientos para recibirla con aplausos y mucha alegría.
El sacerdote Bernardo Enrique Hidalgo no dudó ni un momento en darle la bienvenida y en agradecerle no solo por su asistencia a la iglesia, sino por el papel tan importante que ha logrado en Argentina.
Se sentó en la segunda banca y fue poco lo que pudo escuchar de la misa, pues los feligreses y muchos niños no querían perderse la oportunidad de estar cerca de la joven de 18 años, quien en todo momento mantuvo su sonrisa y su humildad, cautivando aún más a un pueblo que siente orgulloso de tener como vecina a la finalista de la prestigiosa competencia internacional.
Repartió cientos de besos y cantó
A la hora de la paz muchas personas hicieron fila para darle la paz y desearle suerte a María José. De la manera más dulce y conmovedora un anciano que viajó desde Naranjo se le acercó para desearle la mejor de las suertes en la final, al tiempo en que le agradeció haber puesto tan alto el nombre de Costa Rica. Los niños eran los, visiblemente, más emocionados, quienes aprovecharon no solo para besarla, sino para abrazarla fuertemente. Después vino la sorpresa. El sacerdote se le acercó y le solicitó que interpretara el Ave María. Luego de consultarle a la representante de la producción María José asintió y cantó a capela con el mariachi El Barvareño.
Durante esos minutos en los que tardó el canto, la iglesia fue un total silencio y posteriormente no quedó una persona en su asiento, pues ya todos se habían levantado para aplaudirle su excelente voz.
Terminando la misa, María José subió al púlpito y visiblemente emocionada le agradeció a todas las personas su apoyo. Afirmó sentirse orgullosa de ser costarricense y principalmente de ser barvareña. Al final y antes de salir de la iglesia, la producción le dio un espacio de 5 minutos, para que todos los que quisieran y pudieran se tomaran una fotografía junto con la nueva ídolo.
Pero, al llegar afuera, María José no pudo más con todas las muestras de afecto y después de que un niño identificado solo como José Pablo le recitara un poema, las lágrimas afloraron en la joven, quien no terminó de agradecer en todo momento el comportamiento de su pueblo. Subió a una tarima colocada en el parque de Barva y afirmó sentirse con las pilas recargadas y lista para partir y ganar el concurso.
“Mi papás me contaron por teléfono que aquí se reúnen para ver los conciertos y quiero que sepan que les agradezco mucho”, dijo mientras les aseguraba que como señal de saludo el próximo miércoles levantará la mano para todos ellos.A las 2 p.m., en una caravana en la que salieron al paso miles de familias enteras, María José partió rumbo al aeropuerto Juan Santamaría, para abordar un vuelo que partió a las 5 p.m. rumbo a Argentina. Durante este recorrido, fue su mamá Eugenia Gutiérrez la que no paró de llorar.